Discurso del Método P1, Prr. 1-5
El buen sentido es la
cosa mejor repartida del mundo, pues cada cual piensa que posee tan
buena provisión de él, que aun los más descontentadizos respecto a
cualquier otra cosa no suelen apetecer más del que ya tienen. En lo
cual no es verosímil que todos se engañen, sino que más bien esto
demuestra que la facultad de juzgar y distinguir lo verdadero de
lo falso, que es propiamente lo que llamamos buen sentido o
razón, es naturalmente igual en todos los hombres; y, por lo
tanto, que la diversidad de nuestras opiniones no proviene de que
unos sean. más razonables que otros, sino tan sólo de que dirigimos
nuestros pensamientos por derroteros diferentes y no consideramos las
mismas cosas. No basta, en
efecto, tener el ingenio bueno; lo principal es aplicarlo bien.
Las almas más grandes son capaces de los mayores vicios, como de las
mayores virtudes; y los que andan muy despacio pueden llegar mucho
más lejos, si van siempre por el camino recto, que los que corren,
pero se apartan de él.
Por
mi parte, nunca he creído que
mi ingenio
fuese más perfecto que los ingenios comunes; hasta he deseado muchas
veces tener el pensamiento
tan rápido, o la imaginación
tan nítida y distinta, o la memoria
tan amplia y presente como algunos otros. Y no sé de otras
cualidades sino ésas, que contribuyen a la perfección del ingenio;
pues en lo que toca a la razón o al sentido; siendo, como es, la
única cosa que nos hace hombres y nos distingue de los
animales, quiero creer que está
entera en cada uno de nosotros y seguir en esto la común opinión de
los filósofos, que dicen que el más o el menos es sólo de los
accidentes, mas no de las formas o naturalezas de los individuos de
una misma especie.
Pero,
sin temor, puedo decir que creo que fue una gran ventura para mí
el haberme metido desde joven por ciertos caminos, que me han
llevado a ciertas consideraciones y máximas, con las que he
formado un método, en el cual paréceme que tengo un medio
para aumentar gradualmente mi conocimiento y elevarlo poco a
poco hasta el punto más alto a que la mediocridad de mi ingenio y la
brevedad de mi vida puedan permitirme llegar. Pues tales frutos he
recogido ya de ese método que aun cuando en el juicio que sobre
mí mismo hago procuro siempre inclinarme del lado de la desconfianza
mejor que del de la presunción, y aunque al mirar con ánimo
filosófico las distintas acciones y empresas de los hombres no hallo
casi ninguna que no me parezca vana e inútil, sin embargo, no deja
de producir en mí una extremada satisfacción el progreso que
pienso haber realizado ya en la investigación de la verdad, y
concibo tales esperanzas para el porvenir que si entre las
ocupaciones que embargan a los hombres, puramente hombres, hay alguna
que sea sólidamente buena e importante, me atrevo a creer que es la
que yo he elegido por mía.
Puede ser, no
obstante, que me engañe, y acaso lo que me parece oro puro y
diamante fino no sea sino un poco de cobre y de vidrio. Sé cuán
expuestos estamos a equivocarnos cuando de nosotros mismos se trata,
y cuán sospechosos deben sernos también los juicios de los amigos
que se pronuncian en nuestro favor. Pero me gustaría dar a conocer
en el presente discurso los caminos que he seguido y representar en
ellos mi vida como en un cuadro, para que cada cual pueda
formar su juicio, y así, tomando luego conocimiento, por el rumor
público, de las opiniones emitidas, sea éste un nuevo medio de
instruirme, que añadiré a los que acostumbro emplear.
Mi
propósito, pues, no es el de enseñar aquí el método que cada cual
ha de seguir para dirigir bien su razón, sino sólo exponer .el modo
como yo he procurado conducir la mía. Los que se meten a dar
preceptos deben estimarse más hábiles que aquellos a quienes los
dan, y son muy censurables si faltan en la cosa más mínima. Pero
como yo no propongo este escrito sino a modo de historia o, si
preferís, de fábula, en la que, entre ejemplos que podrán
imitarse, irán acaso otros también que con razón no serán
seguidos, espero que tendrá utilidad para algunos, sin ser nocivo
para nadie, y que todo el mundo agradecerá mi franqueza.
Cuestiones
- Razona si las implicaciones o consecuencias d de la siguiente afirmación son sensatas :la facultad de juzgar y distinguir lo verdadero de lo falso, ,,, es naturalmente igual en todos los hombres;todos los hombres que aplican bien su ingenio deberían llegar a las mismas conclusiones.Sólo existe una verdad común a todos los seres humanos.La diversidad de opiniones puede ser tolerada pero es un error científico.Los prejuicios son inevitablesLa educación debe ser plural.Existen muchos tipos de costumbres pero debería existir un código moral y legal para todo el mundo.Solo debería existir una religión verdadera.
- ¿Qué puede significar aplicar bien el ingenio?
- ¿Utiliza en el primer párrafo la primera persona de los verbos que emplea para establecer afirmaciones? ¿Qué puede significar esta opción de estilo?
- Explica el significado de los términos buen sentido, aplicar bien, en el texto.
- ¿En qué persona están empleados los verbos del segundo párrafo y siguientes?
- Explica el significado del término ingenio, y mi, método en el texto.
- Si el buen sentido o razón está en todos y Descartes pretende mostrarnos el método por el que se ha conducido su razón ¿demos llegar todos a la misma conclusión que Descartes?
- ¿Cuál es el propósito de Descartes? ¿Qué temores manifiesta Descartes sobre su propósito?
- Sintetiza las ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura argumentativa o expositiva del texto.
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