sábado, 19 de octubre de 2019

Contexto filosófico. Las consecuencias de la nueva ciencia


Descartes y el contexto filosófico. Las consecuencias de la nueva ciencia.

Trabajo realizado por el alumnado del centro del que se omite el nombre en cumplimiento de la normativa de protección de datos. 


Para poder tratar correctamente el tema planteado es necesario realizarse una serie de preguntas tales como ¿entró en crisis la filosofía aristotélica en el renacimiento?, ¿qué nueva ciencia se impone en el renacimiento y por qué?, ¿cuáles son las cualidades primarias y secundarias de las cosas y por qué?, ¿existe una autoridad mayor que la razón para hacer ciencia?, ¿cómo se concebía al ser humano según esta ciencia? 

En primer lugar, para el correcto entendimiento del tema planteado y cada uno de sus términos es necesario conocer qué es la nueva ciencia en sí. Pues bien, este término hace referencia al movimiento cultural más característico de la época, ya que va a producirse tal auge científico entre los siglos XVI y XVII que va a tener lugar la denominada Revolución científica. Puesto que esta revolución es completamente opuesta a la filosofía medieval, es decir, la aristotélica, aceptada por la sociedad en ese periodo. El hombre tendrá que aprender a edificar su ciencia en ruptura con la filosofía de Aristóteles , es decir, contraponerlas y eliminar todo indicio del medievo que pueda crear cierto impedimento en el camino hacia la ciencia y el conocimiento. Creando así la conocida nueva ciencia.



A continuación pasaré a tratar el tema central de la redacción que son las consecuencias de la nueva ciencia  provocadas por la matematización de la realidad. En primer lugar nos encontramos con la renuncia a la búsqueda de causas últimas o esencias al investigar los movimientos.”  Por ejemplo Aristóteles para explicar el movimiento afirmaba que todo lo que se mueve es movido por algo, esto implicaba que en la cadena de agentes movientes debería existir uno que moviese sin ser él movido, a este motor Aristóteles le llamó motor inmóvil. Los científicos del renacimiento (siglos XV-XVI) reducían el movimiento y todo lo real a magnitudes, figuras, líneas y volúmenes para  ponerlas en relación con otras propiedades medibles, como el tiempo,espacio, masa... Para descubrir así las relaciones existentes entre ellas y expresar su relación en una ley matemática. Todo esto provoca que la realidad se represente excesivamente simplificada y que tan solo seamos capaces de llegar a conocer de cualquier objeto o cosa sus propiedades medibles y cuantificables y no su esencia. Para explicarlo mejor citaré un sencillo ejemplo creado por  Galileo, “ No te pregunto por el nombre sino por la esencia de la cosa. De esta tu no conoces ni un ápice (...). Excluyendo el nombre que se le atribuye y que se ha hecho familiar y corriente por las muchas experiencias que tenemos de él dia a dia. Realmente, no comprendo cuál poder o qué principio es el que mueve una piedra hacia abajo ni comprendemos lo que la mueve hacia arriba después de que haya dejado el proyector o lo que hace girar la luna” Esto nos demuestra que el ser humano tan solo es capaz de conocer aquello que nos proporcionan las leyes matemáticas y sus ramas, pero no conocemos realmente el objeto en sí, ni las propiedades, y mucho menos el “alma” real de cada objeto, sustancia, proceso... Creando  así una cierta  renuncia de búsqueda en el hombre.



En segundo lugar tenemos la consideración de que “las matemáticas representan la verdadera y objetiva realidad”. Las matemáticas son el lenguaje en el que está escrito el mundo, con lo cual, todo aquello que obstaculice la reducción de lo real a un simple esquema matemático o geométrico debe ser suprimido. Esto nos plantea que cualquier elemento debe y puede ser simplificado matemáticamente sin importar su esencia o propiedades y todo aquello imposible de reducir a número no es propiamente real.Por lo tanto los olores, colores, sensaciones, como el calor, sonidos… al no poder ser medidos, no se consideran como algo real perteneciente a un objeto, sino al sujeto que los siente. Son tan solo un producto de la acción de los átomos sobre los sentidos. Con lo cual tan solo las propiedades cuantificables y matematizables, pertenecen realmente a las cosas. En cambio los olores, colores, son cualidades subjetivas que están en nosotros y no en las cosas mismas.



En tercer lugar tenemos la exaltación de la razón humana como fuente autónoma de verdades” Esta teoría postula que la razón puede ser engañada cuando se basa en fundamentos ingenuos, es decir, inseguros . Pero no cuando está basada sobre esquemas matemáticos,en los cuales se encuentra la certeza absoluta. Nada puede ser falso si está basado en fundamentos científicos, ya que todo lo simplificado matemáticamente es real. Superando incluso el conocimiento del propio Dios. Así, afirma Galileo “el intelecto humano entiende algunas cosas tan perfectamente y con tan absoluta certeza como pudiera tener la sabiduría divina. Y estas son las ciencias matemáticas puras, es decir la geometría y la aritmética (...).” Todo esto garantiza que el ser humano puede hallar verdades puras por sí solo, sin la necesidad de ningún tipo de religión, Iglesia  o la imposición de autoridades mayores, como podría ser Aristóteles. Y defendiendo principalmente la autonomía de cada individuo y de su razón para descubrir sus propios conocimientos sin verse afectado por las opiniones o creencias de otros, como bien postula Descartes en el Discurso del Método, ni porque habían sido dichas por otros ni porque no lo habían sido, sino sólo porque la razón me ha persuadido de ello”.



Y por último tenemos que “esta matematización llevaba a cambiar la imagen que el ser humano se hacía del mundo y de sí mismo”. Esto consiste en la mecanización del mundo,es decir, al analizar al hombre en términos de cuerpos como figuras, tamaños, posiciones y movimientos, se tendía a verlo como un autómata, es decir como el mecanismo de un complejísimo e inmenso reloj. Este complejísimo autómata solo lo conoceríamos cuando fuésemos capaces de comprender las piezas de las que está formado y las leyes de movimiento que las hace moverse. Descartes pretendía explicar todas las funciones del cuerpo humano, como la digestión, la respiración... , a partir de las funciones de los elementos simples o órganos más sencillos que lo integran. Es decir, se intenta llegar a la explicación del ser humano analizando los procesos y variantes que lo forman, uniendo cada una de las piezas para poder comprender el conjunto entero. Tan solo el alma humana va a escaparse del intento de explicación mecánica, siendo reconocida como una entidad espiritual incapaz de analizar mediante estas leyes físicas y matematizables.


En conclusión podríamos decir que la nueva ciencia es la revolución científica y la superposición de las matemáticas sobre la religión y la filosofía medieval y que además tiene cuatro consecuencias principales que son : “la renuncia a la búsqueda de causas últimas o esencias al investigar los movimientos.”;   las matemáticas representan la verdad y objetividad de la realidad”;  “la exaltación de la razón humana como fuente autónoma de verdades frente a la religión y otras autoridades”; y  la matematización llevaba a cambiar la imagen que el ser humano se hacía del mundo y de sí mismo”. 

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