sábado, 18 de enero de 2020

Concepto de sustancia en Descartes y sus tipos


Concepto de sustancia en Descartes y sus tipos


Para un desarrollo adecuado de la temática de la redacción creo importante responder a las siguientes cuestiones: ¿qué se entiende por el concepto de sustancia?, ¿Qué tipos de sustancia distingue Descartes?  ¿qué explicación tiene el mundo físico?. A continuación comenzaré por explicar el tema de la redacción.

Descartes define sustancia como una cosa que no tiene necesidad más que de sí misma para existir. Está definición es algo oscura, por lo que solamente es aplicable a Dios. No obstante,  la definición de sustancia, por analogía, o razonamiento de semejanza y diferencia también es aplicable a “el yo o alma” y a “los cuerpos materiales” ya que no necesitan el uno del otro para existir, en esto radica la semejanza analógica con la sustancia infinita o Dios, pero ambas aunque sean sustancias existen en la sustancia suprema o Dios, esta es la diferencia analógica. Para poder distinguir estos principios, Descarte llama a la sustancia pensante, res cogitans y a la sustancia extensa, res extensa. Veamos como llega a la sustancia pensante.

Descartes para descubrir una verdad intuida, evidente, clara y distinta, comienza dudando de todo, llevando esta duda a contradicción, es decir, no puedo dudar de que dudo, y dudar es pensar, por lo que descubre una verdad indubitable: yo pienso, yo soy, también lo dice con otra fórmula,  pienso, luego existo. Aquí Descartes da un significado amplio a pensar, pues también significa, afirmar, negar, estar triste o alegre, ...  Esto quiere decir que debajo de los actos de dudar, afirmar, negar, ... existe una susbstancia que da soporte a dichos actos, es la sustancia pensante o res cogitans.  Veamos ahora cómo define a Dios.

 A la idea de Dios llega Descartes a partir del siguiente momento deductivo: he llegado a la verdad indubitable de yo pienso, yo soy, dudando, pero tengo en mi la idea de perfección que no he podido crear yo, pues si la hubiese creado me hubiese dado tanta perfección a mí como perfección hay en la idea, y no es el caso. Luego existe un ser perfectísimo, Dios. “Bajo el nombre de Dios entiendo una sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente, omnipotente, por la cual yo mismo y todas las cosas que existen han sido creadas y producidas”. Así es como define Descartes la sustancia infinita. Sin embargo, en el proceso lógico de demostración de las sustancias, Dios ocupa el segundo lugar. El primero lo ocupa el cogito. Esto es debido a que, a menos que afirmemos primero la existencia de un sujeto que piensa, no es posible ni siquiera pensar la idea de Dios. De la afirmación de que necesariamente debe existir un sujeto (o cosa) que piensa, Descartes deduce, en consecuencia con su teoría de las ideas, la necesidad de la existencia de Dios. Él vuelve afirmar “Dios existe; pues si bien hay en mí la idea de la sustancia, siendo yo una, no podría haber en mí la idea de una sustancia infinita, siendo yo un ser finito, de no haber sido puesta en mí por una sustancia que ya sea verdaderamente infinita”.Y de ésta pasar a demostrar en otro momento deductivo a la sustancia extensa. 

 Dios para Descartes es el instrumento que le permitirá demostrar la existencia de la sustancia extensa en base al siguiente razonamiento, si  la extensión se me presenta como una idea evidente, clara y distinta ya que se refiere a todo lo que ocupa un lugar en el espacio, es posible que exista algo distinto de mi pensamiento, (sustancia pensante, o res cogitans),  como tengo ideas de cosas exteriores que llegan a mi pensamiento  por vías distintas del propio pensamiento, es probable que esas cosas extensas existan, como Dios es todo-bondadoso y perfecto, no puede permitir que yo me engañe cuando esas cosas exteriores a mi pensamiento las considero en sus propiedades cuantificables. Dicho de otro modo, dado que Dios ha quedado demostrado y definido como un ser, en la idea del cual se contiene la perfección, no puede ser posible que este ser omnipotente (todopoderoso) y omnisciente (infinitamente sabio) permita que el sujeto se equivoque al afirmar que existe un mundo exterior responsable de las ideas adventicias que este sujeto posee. En palabras de Descartes, en el Discurso del Método: “todas nuestras ideas o nociones deben tener algún fundamento de verdad; pues no sería posible que Dios, que es todo perfecto y verdadero, las hubiese puesto en nosotros sin eso”, por lo que la sustancia extensa existe por demostración, y esta sustancia sigue leyes mecánicas.  


El mecanicismo para Descartes es una teoría que no admite más explicación de los fenómenos naturales que las derivadas de los movimientos o combinaciones de movimientos de cuerpos. Esta teoría expresa que la naturaleza es como una máquina, la cual transmite sus movimientos corporales como resultados automáticos de otros, que se propagan de cuerpo a cuerpo mediante una acción recíproca. Un ejemplo de esto es un reloj de cuerda que realiza todos sus movimientos mediante otras acciones transmitidas por contacto de un cuerpo a otro cuerpo. Siguiendo el ejemplo del reloj  podemos preguntarnos: ¿quién ha construido el reloj? o ¿quién le ha dado cuerda? Basándonos en las sustancias, Dios ha creado el universo de materia inerte, y le infundió movimiento, por tanto la cantidad de materia y de movimiento permanecerá constante e inalterable. La materia extensa es divisible de manera infinita dando lugar a todas las clases de seres materiales existentes. El choque y el roce de los cuerpos producen unas “limaduras” que ocupan todos los huecos. Estos huecos hacen que nexista el vacío y, por tanto, el movimiento se transmite necesariamente de un cuerpo a otro por contacto.

En conclusión, René Descartes  define sustancia como una cosa que no tiene necesidad más que de sí misma para existir. Está definición es solamente aplicable a Dios. No obstante, por analogía, se aplica a la sustancia pensante y a la extensa. En el orden del conocimiento la sustancia pensante precede a la infinita y a la extensa  pero en el orden ontológico o de la realidad, la sustancia infinita contiene la pensante y la extensa. El procedimiento para conocer todas las sustancias es un procedimiento deductivo que parte del yo pensante. Lo distintivo de la sustancia extensa es el mecanicismo que la determina. 




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