Descartes
destaca cuatro consecuencias filosóficas que origina la
matematización de la realidad. En primer lugar, la renuncia a la
búsqueda de causas últimas o esenciales al investigar los
movimiento y al concepto aristotélico de “naturaleza esencial”
y de “cualidades ocultas”. Esta renuncia se hace en favor de reducir la realidad exclusivamente a elementos matemáticos Un ejemplo de esto es la tarea de
un científico que intenta reducir lo real a magnitudes, figuras,
líneas, volúmenes y ponerlas en relación con otras propiedades
medibles, como el tiempo o el movimiento, para descubrir las
relaciones existentes entre ellas, y expresar esta relación en la
forma de una ley matemática.
En
segundo lugar, la consideración de que las matemáticas representan
la verdadera y objetiva realidad. Descartes define a las matemáticas
como que son “el lenguaje en que está escrito el gran libro del
mundo” y todo aquello que perturba u obstaculiza la reducción de
lo real a esquema matemático o geométrico debe ser mentalmente
suprimido. Se refiere a que todas las cosas son cuantificables y
matematizables y , por tanto, todo son figuras, líneas o volúmenes,
como bien he dicho antes.
En
tercer lugar, la exaltación de la razón humana como fuente autónoma
de verdades. Descartes afirma que los sentidos nos engañan, así que
no debemos de fiarnos de ellos. Por tanto, él nos dice que la razón
puede hacernos confundir porque se deja guiar por estas experiencias
ingenuas de los sentidos. Pero la razón es imposible que nos mienta cuando se puede
esquematizar matemáticamente, pues las matemáticas no se originan a partir de la experiencia sensible, sino que son pensamiento puro.
En
cuarto lugar, esta matematización llevaba a cambiar la imagen que el
ser humano se hacía del mundo y de sí mismo. Al analizar el cuerpo
humano matemáticamente se ve como una inmensa maquinaria de
relojería, por las piezas que lo componen y las leyes del movimiento
que las hacen moverse y transmitir movimientos por contacto, presión
y choque. Descartes pretende explicar las funciones del cuerpo humano
como consecuencia de la disposición de los órganos del cuerpo
humano y las leyes físicas que actúan en él.