domingo, 14 de abril de 2019

Consecuencias filosóficas de matematizar la realidad.



Descartes destaca cuatro consecuencias filosóficas que origina la matematización de la realidad. En primer lugar, la renuncia a la búsqueda de causas últimas o esenciales al investigar los movimiento y al concepto aristotélico de “naturaleza esencial” y de  “cualidades ocultas”. Esta renuncia se hace en favor de reducir la realidad exclusivamente a elementos matemáticos Un ejemplo de esto es la tarea de un científico que intenta reducir lo real a magnitudes, figuras, líneas, volúmenes y ponerlas en relación con otras propiedades medibles, como el tiempo o el movimiento, para descubrir las relaciones existentes entre ellas, y expresar esta relación en la forma de una ley matemática.

En segundo lugar, la consideración de que las matemáticas representan la verdadera y objetiva realidad. Descartes define a las matemáticas como que son “el lenguaje en que está escrito el gran libro del mundo” y todo aquello que perturba u obstaculiza la reducción de lo real a esquema matemático o geométrico debe ser mentalmente suprimido. Se refiere a que todas las cosas son cuantificables y matematizables y , por tanto, todo son figuras, líneas o volúmenes, como bien he dicho antes.

En tercer lugar, la exaltación de la razón humana como fuente autónoma de verdades. Descartes afirma que los sentidos nos engañan, así que no debemos de fiarnos de ellos. Por tanto, él nos dice que la razón puede hacernos confundir porque se deja guiar por estas experiencias ingenuas de los sentidos. Pero la razón es imposible que nos mienta cuando se puede esquematizar matemáticamente, pues las matemáticas no se originan a partir de la experiencia sensible, sino que son pensamiento puro. 

En cuarto lugar, esta matematización llevaba a cambiar la imagen que el ser humano se hacía del mundo y de sí mismo. Al analizar el cuerpo humano matemáticamente se ve como una inmensa maquinaria de relojería, por las piezas que lo componen y las leyes del movimiento que las hacen moverse y transmitir movimientos por contacto, presión y choque. Descartes pretende explicar las funciones del cuerpo humano como consecuencia de la disposición de los órganos del cuerpo humano y las leyes físicas que actúan en él.